Primera ley del universo: Ley de reflexión



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La Primera Ley se llama Ley de la Reflexión.

La Primera Ley de la Reflexión. Todo lo que está Arriba también está Abajo, o lo Externo refleja lo Interno.

Esta es la ley del poder, porque afirma que todos pueden cambiar la realidad al transformarse a sí mismos. Es una manifestación del Amor Incondicional del Creador del Universo, porque es la ley de la igualdad de oportunidades para todos, independientemente de su estatus social (superior o inferior). Es la ley del optimismo, porque afirma que todo está en manos del hombre y no existen situaciones desesperadas. Por lo tanto, la ley de la Reflexión es una manifestación del Amor Incondicional.

“Para cada persona, su prójimo es un espejo en el que se reflejan sus propios vicios; pero el hombre actúa como un perro que ladra al espejo, creyendo que no se ve a sí mismo, sino a otro perro.” – Arthur Schopenhauer.

“El mundo puede ser caos si tú eres caos. El mundo puede ser espacio si tú eres espacio. El mundo puede estar muerto si tú estás muerto internamente, y puede estar vivo, asombrosamente vivo, si tú estás vivo. Depende de ti. Tú eres el mundo. Solo tú existes realmente, nada más. Todo lo demás es solo un espejo.” – Osho.

La primera ley del Universo nos da una clave invaluable para transformaciones exitosas. ¡Es muy difícil, y a veces imposible, cambiar tu reflejo sin cambiarte a ti mismo! Nuestras acciones suelen estar dirigidas a corregir lo externo. Pero lo externo, por regla general, es difícil de influir directamente. Puedes frotar tu reflejo en el espejo todo el tiempo que quieras. ¡Enormes esfuerzos, resultados insignificantes! Todo será mucho más efectivo si trabajas en ti mismo. La manera más efectiva de cambiar algo en la realidad circundante es cambiar en uno mismo lo que emitimos al exterior y luego reflejamos, definiendo nuestra realidad. ¡Los más mínimos cambios en el original se reflejarán inmediatamente en su reflejo! Corolario de la Ley de la Reflexión.

«¡Hombre! Recuerda: eres el Espejo del mundo, en el que el Creador se mira para ver su reflejo en él —Tatyana Rustamli.

La Ley del Reflejo resuelve el enigma más complejo de la vida de cada persona: cómo construir relaciones armoniosas con un ser querido, con hijos, con familiares, con amigos y con desconocidos. En el plano sutil: para que tu prójimo te ame, “ámalo como a ti mismo” (el mandamiento de Jesucristo). ¿Cómo debes comportarte en el mundo manifestado? Para que las relaciones transmitan la máxima energía de Amor, ¡sé un ESPEJO de la persona con la que te comunicas! Esta ley nos brinda una clave invaluable para construir relaciones armoniosas.

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